En los 70, mis padres me regalaron una magnifica máquina de escribir, a raíz de inscribirme a un curso rápido para aprender mecanografía en seis meses, a las que asistía al salir del colegio, de no muy buena gana.
Recuerdo que había una pantalla grande luminosa a modo de pizarra en la pared, una máquina de escribir en cada pupitre junto unos auriculares enormes conectados por alguna parte y con los cuales podías escuchar lo que tenías que ir escribiendo sin mirar el teclado. Eso sí. cada vez más rápido. De eso se trataba.
La verdad que a pesar de no servirme mucho las clases de mecanografía. le dí muchísimo uso. La utilizaba para todo; para mandar cartas a mis amigas, para hacer trabajos de la escuela, para escribir postales....
Claro, en aquella época, no es como ahora. No teníamos ordenador, ni impresoras, ni emails y pocos somos los que de vez en cuando, aún seguimos mandando cartas escritas de puño y letra, o con una simple máquina de escribir.
Mi máquina de escribir, tampoco era de las más modernas. En los años 80, las sacaron mejores. Empezaron a venderse máquinas de escribir con una pantallita digital en la parte superior donde podías ir viendo lo que ibas escribiendo. Las tenían en todas las oficinas.
SU MALETA
MODELO
EL TECLADO
CARACTERES Y EL CARRO
CINTAS DE TINTA
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